Durlok
Mandela nos debe plata
12.3.14
15.10.13
Las locuras de Pascualito Pedernera (*)
*Serie de relatos bizarros y audaces sobre el consumismo, la marginalidad, la intolerancia del joven argentino contemporáneo.
"Dedicado a toda la negrada pulgosa de zona Oeste"
Cosme Sigali.
Esta semana : "El políglota"
Era miércoles por la tarde y la semana no terminaba mas. Para colmo febrero había comenzado como un réquiem lluvioso. El ardiente sol veraniego que se había escondido un par de días, regreso vilmente, calentó pavimentos, penetró poros y evaporó todos los charcos. Roque y Pascual caminaban por la vereda de la calle Coyeneche "la de las baldosas flojas", felices y llenos de fulgor se dirigían a la verdulería de don Quispe.
-Es como siempre te digo Roc, estamos como estamos por la falta de comunicación!-
-mmm, vos decís...-le contesta Roque mientras le da las últimas pitadas al porro, que ya le quemaba las manos.
-¡Obviusly!¿Que duda cabe? ¿sabias que los extraterrestres que nos crearon, crearon las lenguas para dividirnos?, ya desde el principio de los tiempos my brother.
-Si, ya me lo dijiste varias veces Pasqui, pero todavía me resulta muy confuso-
-Esta noche si queréis nos tomamos unos drinks y te lo debatimos-
-Me encantaría pero tengo cita con una azafata de camión-
-mmm, como quieras my friend!
Se toparon con la fachada de la verdulería de Don Quispe. Su mujer doña Leoncia los recibió con los brazos en jarra y una mueca desabrida.
Pedir un kilo de cualquier verdura era la estratagema. El objetivo principal era conseguir las hojas de coca(1) que tenía Don Quispe, sabíamos de varias fuentes que el abastecía, pero no sabíamos si las vendía.
-Hola doña, como le va- Roque rompió el hielo luego de medio minuto de silencio lioso.
-Aca andamos... ¿que van a llevar?
-Andamos necesitando unos pares de kilos de fruta para hacer un Clericó, ya sabe un poco de manzana, banana, duraznos etcétera...
Doña Leoncia sacó una bolsa de nylon del bolsero y la empezó a airear. Con su temple serio y severo, empezó a recolectar las frutas de los cajones de madera.
Pascualito se interpone entre Roque y la verdulera y vocifera:
-También andamos buscando un poco de la planta santa del altiplanicie- al terminar de decir esto, empezó a guiñar el ojo derecho intermitente mente.
Haciendo caso omiso, Doña Leoncia pone la primera tanda de frutas en la balanza.
-Queremos disfrutar nosotros también de aquella hierba milenaria, no solo eso, también queremos regocijarnos tomando una chicha con sus guaguas, si usted nos da permiso claro, jeje.
-Que le pasa pibe? no entiendo lo que me dice, van a querer mango también? esta fresquito, lo trajeron hoy día- Dijo la patrona, con su rostro de mil arrugas.
-En realidad, lo que nosotros queremos es comprar un poco de hojas de Coca, junto con las frutas- expresó Roque con cierto nerviosismo.
-Hubieran empezado por ahí, le llamo a Don Quispe pué, esperen acá.
Ambos quedaron esperando al patrón sin darse cuenta que eran observados desde afuera por el Tetón Nuñez.
La tragicómica historia del Tetón Nuñez está llena de majadería y enredos digna de una película de Almodovar. Pero no es tiempo de contarla todavía.
-Che, narigón, ¿no tienen algo pa' fumá? exclamó el tetón, con cara de pocos amigos.
Roque y Pascualito, que se habían percatado que se acercaba el abusón, hicieron caso omiso al pedido.
-Che, a ustede les digo, manga de giles- Núñez ya estaba peligrosamente cerca de la puerta del negocio.
- No, we have nothing, our odd friend- dijo Pascualito, metiéndose las manos en los bolsillos del shorcito de jean.
-Asi vestidas parecen unas trolas de cabareth, una colorada y la otra gorda- se mofó el Tetón, mientras desataba algunas carcajadas de su joven troup.
-Mmm, I dont think so fucking asshole!!! le respondió Pascualito cruzándose de brazos.
-Huu, waacho, este gato me está cargando-
-Ah me acordé Rodrigo, hablé con mi hermana y aceptó a darte las clases que me pediste (2). Dijo Roque, codeando a Pascualito, en modo de persuasión, para literalmente, escapar del lugar. Esto descolocó totalmente a Núñez que empezó a emanar monosílabos.
-Bueno wacho, mandale mi celulá, uno uno, cuatro, siete, sesenta y nueve, ochenta, cuarenta y cinco (...)
-Listo, lo agendo, te llama y arreglan.
A paso redoblado se alejaban del lugar. Olvidándose de las hojas y las frutas.
Pero el Tetón Núñez tubo algo más que decir.
-Decile a tu amigo, que por hacerse el vivo, cada vez que lo vea, me va a tener que pagar el peaje, sino le van hacer un moñito rosa en la cabeza cada vez que lo vea. Gritó con su voz, insoportablemente chillona.
-No, ya fue Roque, esta noche dormís en casa, no quiero que te pase nada. Dijo Pascualito, esta vez, hablando en español.
-¿Vos decís que será necesario?
-Estos boys, están muy pasados, quedate a dormir en casa, dejate de joder. Concluyó solemne Pedernera.
-Bueno.
Don Quispe apoyó el cajón de madera repleto de hojas verdes de coca sobre el mostrador, haciendo vibrar los frascos de Ceviche en conserva. Observó hacia los cuatro costados arqueando los ojos.
-Que chiquillos imbéciles, se fueron, pareciera que lo están cargando a uno. Exclamó, con cara de pocos amigos.
-Doña Leoncia, si es tan amable me da una mano para entrar los carteles de afuera y con mucha cautela traigame la escopeta por si estos Kataris que andan merodeando ahi afuera osen pasárse de listos.
Cosme Sigaly.
Notas:
Pedir un kilo de cualquier verdura era la estratagema. El objetivo principal era conseguir las hojas de coca(1) que tenía Don Quispe, sabíamos de varias fuentes que el abastecía, pero no sabíamos si las vendía.
-Hola doña, como le va- Roque rompió el hielo luego de medio minuto de silencio lioso.
-Aca andamos... ¿que van a llevar?
-Andamos necesitando unos pares de kilos de fruta para hacer un Clericó, ya sabe un poco de manzana, banana, duraznos etcétera...
Doña Leoncia sacó una bolsa de nylon del bolsero y la empezó a airear. Con su temple serio y severo, empezó a recolectar las frutas de los cajones de madera.
Pascualito se interpone entre Roque y la verdulera y vocifera:
-También andamos buscando un poco de la planta santa del altiplanicie- al terminar de decir esto, empezó a guiñar el ojo derecho intermitente mente.
Haciendo caso omiso, Doña Leoncia pone la primera tanda de frutas en la balanza.
-Queremos disfrutar nosotros también de aquella hierba milenaria, no solo eso, también queremos regocijarnos tomando una chicha con sus guaguas, si usted nos da permiso claro, jeje.
-Que le pasa pibe? no entiendo lo que me dice, van a querer mango también? esta fresquito, lo trajeron hoy día- Dijo la patrona, con su rostro de mil arrugas.
-En realidad, lo que nosotros queremos es comprar un poco de hojas de Coca, junto con las frutas- expresó Roque con cierto nerviosismo.
-Hubieran empezado por ahí, le llamo a Don Quispe pué, esperen acá.
Ambos quedaron esperando al patrón sin darse cuenta que eran observados desde afuera por el Tetón Nuñez.
La tragicómica historia del Tetón Nuñez está llena de majadería y enredos digna de una película de Almodovar. Pero no es tiempo de contarla todavía.
-Che, narigón, ¿no tienen algo pa' fumá? exclamó el tetón, con cara de pocos amigos.
Roque y Pascualito, que se habían percatado que se acercaba el abusón, hicieron caso omiso al pedido.
-Che, a ustede les digo, manga de giles- Núñez ya estaba peligrosamente cerca de la puerta del negocio.
- No, we have nothing, our odd friend- dijo Pascualito, metiéndose las manos en los bolsillos del shorcito de jean.
-Asi vestidas parecen unas trolas de cabareth, una colorada y la otra gorda- se mofó el Tetón, mientras desataba algunas carcajadas de su joven troup.
-Mmm, I dont think so fucking asshole!!! le respondió Pascualito cruzándose de brazos.
-Huu, waacho, este gato me está cargando-
-Ah me acordé Rodrigo, hablé con mi hermana y aceptó a darte las clases que me pediste (2). Dijo Roque, codeando a Pascualito, en modo de persuasión, para literalmente, escapar del lugar. Esto descolocó totalmente a Núñez que empezó a emanar monosílabos.
-Bueno wacho, mandale mi celulá, uno uno, cuatro, siete, sesenta y nueve, ochenta, cuarenta y cinco (...)
-Listo, lo agendo, te llama y arreglan.
A paso redoblado se alejaban del lugar. Olvidándose de las hojas y las frutas.
Pero el Tetón Núñez tubo algo más que decir.
-Decile a tu amigo, que por hacerse el vivo, cada vez que lo vea, me va a tener que pagar el peaje, sino le van hacer un moñito rosa en la cabeza cada vez que lo vea. Gritó con su voz, insoportablemente chillona.
-No, ya fue Roque, esta noche dormís en casa, no quiero que te pase nada. Dijo Pascualito, esta vez, hablando en español.
-¿Vos decís que será necesario?
-Estos boys, están muy pasados, quedate a dormir en casa, dejate de joder. Concluyó solemne Pedernera.
-Bueno.
Don Quispe apoyó el cajón de madera repleto de hojas verdes de coca sobre el mostrador, haciendo vibrar los frascos de Ceviche en conserva. Observó hacia los cuatro costados arqueando los ojos.
-Que chiquillos imbéciles, se fueron, pareciera que lo están cargando a uno. Exclamó, con cara de pocos amigos.
-Doña Leoncia, si es tan amable me da una mano para entrar los carteles de afuera y con mucha cautela traigame la escopeta por si estos Kataris que andan merodeando ahi afuera osen pasárse de listos.
Cosme Sigaly.
Notas:
- En capítulos posteriores se conocerá acerca del breve proyecto de fabricación de alcaloides que planeó Pedernera. Rotundamente abandonado por misteriosas explosiones en casas quintas de parientes.
- El enamoramiento del Tetón Núñez con Cinthia, la hermana de Roque, viene desde tiempos inmemorables. En la adolescencia, Nuñez le regalaba las flores de manzanilla que encontraba al costado de las zanjas, mientras cazaba ranas para luego matarlas, provocando nauseas en la joven. Con el tiempo, Cinthia siempre evaluó la idea de hacerle una denuncia por acoso.
17.9.13
La tecnología al servicio del Poder
Tal como lo habíamos anticipado en "Radio Durlok", detectan máquina de decir pelotudeces en el programa "678". Estupor entre los sectores anti-K y el peronismo satánico. Silencio en el INTI y en las altas esferas del poder y el escrache de La Cámpora.
Todo empezó con la correspondencia epistolar de un empleado de limpieza del INTI al cual decidimos reguardar su indentidad. En cual alertaba a nuestra redacción y a todo el pueblo argentino de la creación de una máquina de manifestar opiniones surrealistas y metáforas delirantes y su uso indiscriminado en el programa militante "678" que va por el "prime - time" de la Tv Pública.
Las insólitas líneas de la carta-denuncia del empleado, al que solo llamaremos LC, rozan lo onírico en algunas frases, "Este aparatejo contiene datos de los televidentes que miran el programa (...) calcula (sic) y tiene la sabiduría necesaria para evadir temas que hacen sonrojar al poder como el engordamiento del patrimonio de los funcionarios o la matanza indiscriminada de duendes y gnomos de diferentes partes del país (...)". (...) "Hay que alertar a la población sobre el hecho de que están jugando con nuestro derecho a tener un pensamiento independiente (...) esta gente intenta corromper tus deseos, tus decisiones a la hora de votar y elegir, divulguen la palabra por favor" cierra contundente LC.
Cuando se empezó a correr el rumor, recibimos centenares de llamados a nuestra redacción, la mayoría de ellos hechos por el reconocido periodista Jorge Lanata quien nos instó a (textuales palabras de él) a "que le pasemos data sobre este tema" con "fuentes de máxima pureza y no en cuentagotas". Haciendo caso omiso a los pedidos del periodista, comenzamos con nuestra propia investigación.
Tras la carta de LC, consultamos a nuestro especialista en tecnología y redes Butthurt Dweller que comenzó rápidamente a investigar el programa, devorándose una "maratón" de semanas del show peronista por youtube, calculando algoritmos y buscando opiniones en las redes sociales.
"Si bien es muy difícil saber con exactitud de la existencia de dicho dispositivo, por lo que uno puede apreciar a simple vista concatenando los testimonios de LC y después de largas horas de estudio sobre el programa de TV, se puede llegar a la conclusión que el aparato sea el mismísimo Orlando Barone", periodista septuagenario y uno de los panelistas del ciclo periodístico, "ya sea personalizado como un androide o con la implantación de algún chip en su humanidad que le ayuda a vociferar aquellas frases disparatadas" concluye Dweller.
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¿Que le pasa a Orlando? 0111010101101 |
No pudimos tener contacto con ningún miembro actual del staff de 678, solo una pequeña conversación telefónica con Cabito Mass Alcantara, ex panelista del programa, que sin tapujos nos expresó su enojo por tales rumores, alegando que con Barone y con todo el staff se "lleva bárbaro" y que "Barone tiene la contextura física y los pensamientos que corresponden a un periodista con una larga trayectoria y es una falacia infinita que lo comparen con un robot" terminando la comunicación mandándonos a la mierda, literalmente.
Para terminar y a modo de epílogo, les hacemos saber un hecho curioso y a la vez jocoso.
Al poco tiempo de recibir este rumor, un nuevo cadete se sumó a la redacción de Durlok, en reemplazo de la salida temporaria de nuestro Columnista Yuri Gagarin por problemas de distinta índole.
El progreso del joven pasante era discreto y cabal hasta que empezamos a notar extraños comportamientos en su accionar, hasta que descubrimos que el joven aprendiz que se presentó a nosotros como Victor Hugo Frulalá, no era otro que el mismo Jorge Lanata, afeitado y con lentes de contacto. Al descubrirse el fraude, Lanata se sonrojó y salió de la redacción corriendo en medio del estupor y algunas carcajadas del staff de Durlok.
"Empezamos a notar algo raro en la insólita forma de fumar de este hombre, se bajaba cinco atados de Parliament por jornada laboral y se la pasaba yendo cada veinte minutos al baño" señala Gladys la empleada de nuestro buffet; "Además tenía una especie de tic nervioso o algo parecido que lo obligaba a pronunciar las palabras "Fariña" y "Elascar" todo el tiempo, un irrespetuoso total, me decía piropos obscenos y hasta llegó a acosarme sexualmente dándome una palmada en la cola" concluye Gladys con una risa nerviosa.
Xime Xirulnik
15.9.13
21.8.13
20.8.13
EL PAVOR DE LOS ARGENTINOS
SOCIEDAD (Informe Exclusivo)
Ya se conocen los resultados de la encuesta del grupo Durlok y a partir de esta primera entrega, iremos develando, cada semana, todas las estadísticas de esta interesante y extensa pesquisa telefónica.
El miedo es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente o futuro. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta tanto en los animales como en el ser humano. El presente artículo trata fundamentalmente del miedo en la sociedad argentina.
La mayoría de nuestros encuestados señaló que su mayor miedo es a ser asaltado y/o asesinado en un hecho delictivo (alrededor de un 36% porciento de los llamados). En segundo lugar, un 28% manifestó que el miedo a perder el empleo es lo que carcome la psiquis.
Estos dos ítems pican en punta en el ranking de los miedos de los argentinos sacándole una importante ventaja a los otros miedos, que no son exactamente menos terribles.
El Bebe trepa en el Chart
El miedo incontrolable a despertarse a la mañana, mirarse al espejo y ser Bebe Contemponi se coloca cómodo en el tercer lugar con el 12% de los encuestados, solamente superado por el miedo a un hecho delictivo y a perder el empleo.
El dr Juan Cruz Barbachotta, nuestro terapeuta y especialista en comportamiento de la sociedad nos explica el porque de este curioso pánico: "El miedo incontrolable a ser Bebe Contemponi es un trastorno psicológico del espectro de los trastornos de ansiedad caracterizado por un miedo intenso al levantarse y mirarse la cara en el espejo del botiquín", "causa una considerable angustia y deterioro en la capacidad de funcionamiento en distintas áreas de la vida diaria" continúa Barbachota; "Este miedo particular está dentro del mundo de las llamadas "fobias sociales" alimentadas por las nuevas tecnologías, la TV basura y la comidas chatarras, la patólogía de Bebe Contemponi nada tiene que envidiarle a sus primas la agorafobia, la antropofobia y la inquietante Hikikomori" "Estas fobias suelen tratarse con el uso de algunos psicofármacos, pero en lo personal, mi consejo es que experimenten otras terapias alternativas para extirpar este mal.
Guillermo Cidade para Durlok.
LA PRÓXIMA SEMANA : COMO, CUANDO, COMO Y CON QUE FRECUENCIA GARCHAMOS LOS ARGENTINOS
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