29.11.10

La gente en los cibers los quiere bajar

Informe Exclusivo. El llamado "grupo A" está invirtiendo en grupos de tareas virtuales para desgastar al gobierno popular. Durlock se infiltra en un centro clandestino de difamación y charla con algunos de los pelotudos que ganan dinero posteando comentarios.




Mirando la puerta de entrada parece un ciber-café común y corriente. Pero en su interior se esconden las actividades mas oscuras del stablishment. En este local de la Recoleta y, según fuentes confiables, en casi toda la ciudad de Buenos Aires y en el conurbano (especialmente en la zona norte) trabajan día a día en forma militante e incansablemente  decenas de jóvenes que ganan su pan de cada día. Tomando todos los recaudos necesarios logramos entrar en uno de estos "centros clandestinos de difamación" como les gusta llamar a allegados al gobierno. El siguiente, es un relato de un miembro de la redacción de Durlock de quién conservaremos su identidad para evitar represalias:
(...)
Luego de "fichar" en la entrada. Me hacen pasar por un detector de metales y me dan una credencial con un numeríto "máquina 16" busco el número, en el local hay alrededor de cincuenta computadoras. Me siento en la cabina que me asignaron. Simulando ingenuidad, le pregunto al vecino de la máquina 17 por donde tengo que empezar. Se saca de mala gana los auriculares, donde se escuchan los platillos rimbonbeantes de algún heavy metal, y me dice: -¿no te explicaron? números pares difamar a la presidenta, números impares votar a favor de otros candidatos en cualquier encuesta on-line. En tu escritorio vas a encontrar un cuadernillo con los pasos a seguir. Se presenta: Ricardo Y, joven estudiante de marketing, me explica el "modus operandi", las vacilantes palabras del joven vienen hacía mí luego de atravesar una cruel capa de acné: -"Te conviene empezar por poner las frases en el bloc de notas, después haces copy & paste y listo, te veo en el break, cualquier cosa me avisas" dijo esto y se volvió a colocar los auriculares. Miro hacía el otro costado y una monja sexagenaria empieza a mirarme de arriba hacia bajo. Prefiero no entablar conversación con ella. Me concentro en el trabajo. Abro el cuadernillo y leo un par de "frases a postear" entre las mas pintorescas figuran: "Maten a la yegua", "Devuelvan la guita" o "los verdaderos terroristas están el gobierno, montoneros!" y las páginas a meterse son, entre otras, Facebook, Twitter, Taringa, Perfil y el blog de Anibal Fernandez. 
El lugar es, por momentos, escalofriante. Rara vez se escuchan voces o conversaciones. La música de ambiente es un concierto de rumiantes. Todas las variedades de snacks que uno puede imaginar masticadas al unísono. Envoltorios de comida chatarra y semillas de girasol en el piso de parqué transforman el ambiente en un caos silencioso (..)
El texto completo será presentado ante la justicia. Allegados al oficialismo no dudan que cierto grupo empresario con problemas con la justicia y la Asociación de Garcas Argentinos están detrás de estas operaciones destituyentes.
-Son cientos de nabos a los que se le pagan en negro y se creen que le están haciendo un bien al país, todos los que estén involucrados en esto sentirán todo el peso de la ley- Señalo el jefe de gabinete Anibal Fernández por Twitter esta mañana.


Walter Safarian



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